El proyecto cuenta con 145 metros cuadrados distribuidos en dos plantas
arquitectónicas cubiertas y una terraza. La ubicación de la construcción
es un factor importante ya que se emplaza en la ladera baja de Turi, un
mirador natural de la ciudad de Cuenca-Ecuador en donde se encontraban
algunos muros de contención de canto rodado de una construcción
destruida y abandonada, éstos muros fueron levantados originalmente para
detener la gran pendiente superior al 30% natural del terreno, es por
esto que son incluidos en el diseño como parte formal y estructural del
mismo.
El propósito ha sido la construcción de una vivienda unifamiliar
pequeña, con los espacios básicos para la vida cotidiana, funcionales,
con un lenguaje local y contemporáneo a la vez.
El partido de diseño refiere materiales vernáculos; se han usado muros
secos de piedra, emplazados en donde se encontraban los originales de la
construcción precedente, la estructura de cubierta íntegramente en
madera vista con revestimiento de teja artesanal sin vidriar y con
carrizo pambil como cielo raso, el adobe preparado en bloques para
revestir algunas paredes y en su forma de empañetado de barro para
otras. Esta suerte de materiales tradicionales incorporados a la
arquitectura confieren la calidez popular de las construcciones locales y
a la vez se acoplan a un proyecto de rasgos contemporáneos con grandes
lienzos acristalados que predominan en la fachada norte, en donde se
goza de una visual completa de la ciudad.